Ya en la década de los 60, muchas empresas se dieron cuenta de que al monitorear rutinariamente la condición operativa de los equipos rotativos era posible obtener una advertencia avanzada de problemas operativos o de otro tipo que afectarían la operación continua eficiente. Esta advertencia temprana proporciona tiempo para retirar la máquina de la operación y afectar las reparaciones y ajustes menores antes de que ocurran fallas catastróficas.